La depresión es el trastorno mental más común en contextos comunitarios, y es una de las principales causas de discapacidad a nivel mundial. En 1990 era la cuarta causa más común de discapacidad ajustada a los años de vida en el mundo, y para el 2020 se espera que sea la segunda causa más común. [1] En 1994 se estimó que cerca de 1,5 millones de años de vida ajustados por la discapacidad se perdían cada año en occidente como resultado de la depresión. [2] Este módulo está basado en la guía NICE actualizada para el tratamiento y manejo de la depresión en adultos.
Esta guía incluye recomendaciones sobre la identificación, tratamiento y manejo de la depresión en adultos de 18 años de edad y mayores. Esta guía cubre a las personas cuya depresión ocurre como diagnóstico primario; debería consultarse las normas NICE relevantes para la depresión que ocurre en el contexto de otros trastornos.
Conceptos principales:
La depresión es un diagnóstico amplio y heterogéneo. Se caracteriza por el estado de ánimo depresivo y/o la pérdida de placer en la mayoría de las actividades. La gravedad del trastorno es determinada tanto por el número de síntomas como por la gravedad de los mismos, como por el nivel de la deficiencia funcional.
Un diagnóstico formal utilizando el sistema de clasificación CIE-10 requiere al menos cuatro de los 10 síntomas depresivos, mientras que el sistema DSM-IV requiere al menos cinco de los 9 para el diagnóstico de depresión severa. Los síntomas deberían estar presentes por al menos dos semanas y cada síntoma debería estar presente con suficiente gravedad durante la mayoría de cada día. Ambos sistemas de diagnóstico requieren que al menos uno (DSM-IV) o dos (CIE-10) síntomas clave (estado de ánimo triste, pérdida de interés y placer, o pérdida de energía) se encuentren presentes.
Se reconoce cada vez más que los síntomas depresivos por debajo del criterio para la fijación del umbral del DSM-IV y CIE-10 pueden resultar angustiantes e incapacitantes si son persistentes. Por lo tanto, esta guía actualizada cubre los "síntomas depresivos subumbrales", que quedan fuera del criterio para depresión severa, y se definen como al menos un síntoma clave de depresión pero sin otros síntomas y/o deficiencia funcional para cumplir con el criterio para un diagnóstico completo. Los síntomas son considerados persistentes si continúan a pesar del monitoreo activo y/o una intervención de baja intensidad, o han estado presentes por un período de tiempo considerable, típicamente varios meses. (Para un diagnóstico de distimia, los síntomas deberían presentarse por al menos dos años).
La depresión generalmente tiene una evolución recidivante-remitente, y los síntomas pueden persistir entre episodios. Cuando fuera posible, la meta clave de una intervención debería ser el alivio completo de los síntomas (remisión), que se asocia a un mejor funcionamiento y una menor probabilidad de recaída.
Proveer información de calidad y apoyo y explicar los tratamientos es clave para una buena atención. Usted debería darles a los pacientes y sus familias información que puedan comprender sobre la naturaleza de su enfermedad, tratamiento, y el resultado probable. Si los pacientes se muestran interesados usted debería comentarles sobre los grupos de apoyo que podrían ayudarlos. Al comenzar el tratamiento debería asegurar, en la medida de lo posible, que el paciente pueda otorgar su consentimiento informado. Idealmente usted debería tener en cuenta las preferencias de los pacientes al momento de decidir los tratamientos.
Las normas en este módulo ofrecen consejo práctico, pero no pretenden reemplazar el criterio clínico. Las guías alientan a que los profesionales de la salud tomen en cuenta los valores y preferencias de los pacientes al atender a los mismos. Los pacientes (y sus familiares si los pacientes quieren que éstos se encuentren involucrados) necesitan información basada en evidencia ajustada a sus necesidades.
Este módulo educativo contiene información que ha sido adaptada por BMJ Learning de la guía NICE con la intención de reflejar el contenido de dicha guía y facilitar la implementación. NICE apoya completamente el uso de la guía con esta intención y ha asistido a BMJ Learning en relación al uso de la guía NICE.
Sin embargo, NICE no ha podido realizar una verificación completa de la información o del sistema para confirmar que refleja e implementa rigurosamente la guía, y por tanto NICE o BMJ Learning no otorgan ninguna garantía en relación a esto. Si tiene alguna duda o consulta sobre la relación entre la guía NICE y este módulo educativo debería referirse siempre a la guía publicada por NICE (disponible en el sitio web de NICE http://www.nice.org.uk/CG90fullguideline), y esta debería en todos los casos ser considerada la única declaración definitiva sobre la guía.
La simulación comienza con un situación inicial sobre la que usted deberá escoger opciones para poder avanzar, cada profesional hará un recorrido que será el producto de todas las opciones escogidas a lo largo de la actividad.
Este test es una ayuda para autoevaluar sus conocimientos. Una vez finalizado, usted conocerá sus respuestas correctas e incorrectas. Sugerimos revisar sus respuestas antes hacer clic en el botón "Acabar cuestionario", ya que solamente tendrá una única oportunidad de realizar el test.
Principios clave
- Usted debería adaptar su estilo de consulta a las necesidades individuales de los pacientes de manera que todos los pacientes tengan la oportunidad de involucrarse en las decisiones con respecto a sus medicamentos al nivel que ellos deseen.
- Establezca la forma de comunicación más efectiva con cada paciente y, de ser necesario, considere formas de hacer que la información sea accesible y comprensible (por ejemplo, utilizando fotos, símbolos, letra grande, diferentes idiomas, un intérprete o un defensor del paciente)
- Ofrezca a todos los pacientes la oportunidad de involucrarse en la toma de decisiones sobre los medicamentos prescriptos. Establezca cuál es el nivel de involucramiento en la toma de decisiones que el paciente desea.
- Tenga en cuenta que el mayor involucramiento del paciente puede significar que el paciente decida tomar o dejar de tomar la medicación. Si desde el punto de vista de un profesional de la salud, esto podría tener efectos secundarios, la información brindada al paciente sobre los riesgos y beneficios de su decisión debería ser registrada
- Acepte que el paciente tiene derecho a decidir no tomar la medicación, aunque usted no esté de acuerdo con la decisión, siempre y cuando el paciente tenga la capacidad de tomar decisiones informadas y se le haya proporcionado la información necesaria para tomar esa decisión
- Tenga en cuenta que las preocupaciones de los pacientes con respecto a la medicación, y si ellos consideran que la necesitan o no, afectará la forma en que tomarán o no los medicamentos prescriptos.
- Ofrezca a los pacientes información relevante a su enfermedad, posibles tratamientos y circunstancias personales, y que sea fácil de comprender
- Reconozca que la no adherencia es común y que la mayoría de los pacientes por momentos son no-adherentes. Evalúe la adherencia de forma rutinaria y no sea sentencioso a la hora de prescribir, dispensar y revisar medicaciones
- Tenga en cuenta que si bien la adherencia puede mejorar, no hay una intervención específica recomendada para todos los pacientes. Haga las intervenciones a medida para aumentar la adherencia considerando las dificultades de adherencia que el paciente está experimentando
- Revise el conocimiento, comprensión y preocupaciones del paciente con respecto a los medicamentos y la visión del paciente con respecto a su necesidad de tomar medicamentos en intervalos acordados por el paciente. Ofrezca repetir la información a los pacientes, especialmente cuando trate enfermedades a largo plazo con medicamentos múltiples.
Acerca del autor
revisión a cargo del Dr. David Kessler, médico general y profesor clínico en Walport, unidad académica de atención primaria en la Universidad de Bristol y el Dr. Stephen Logsdail, psiquiatra especialista en el Children Hospital.